El radiador es una pieza fundamental en el sistema de refrigeración de un automóvil.
El motor de un coche está conformado por un sinfín de piezas metálicas en movimiento que generan fricción haciendo que se produzca un exceso de calor. Esta elevada temperatura es minimizada gracias al sistema de refrigeración, evitando que el motor se sobrecaliente.
Un radiador tiene como función enfriar el agua que entra al motor y recoger el agua caliente que expulsa el sistema.
¿Cómo está conformado?
Se encuentra en la parte delantera del motor, está formado por un depósito de entrada, uno de salida y un grupo de tubos de cobre dispuestos longitudinalmente y con celdas que son normalmente de aluminio para una mejor disipación del calor. Por estas celdas, el líquido se distribuye a lo largo del mismo, de tal manera que cuando el aire exterior pega de frente al radiador reduce la temperatura.
Para que el radiador funcione correctamente el nivel de refrigerante debe ser el adecuado y de buena calidad, además debe cambiarse regularmente; lo recomendable es una vez al año o cada 20,000 kilómetros.
¿Qué fallas puede tener un radiador?
Las fallas en este sistema de enfriamiento del auto se dan por:
– Contaminantes que se introdujeron al sistema.
– Cuando el refrigerante está demasiado diluido en agua.
– Daños en las mangueras que conectan al radiador con el motor, ocasionando que el refrigerante se salga y que el nivel de éste baje, al ocurrir esto el motor está en riesgo de presentar sobrecalentamientos inevitables.
¿Cuál es el tiempo de vida útil de un radiador?
Según expertos en el tema, esta pieza debería durar de 8 a 10 años, para alargar la vida útil, debemos reemplazar con frecuencia el líquido refrigerante según lo indique el manual del carro, asimismo debemos revisar periódicamente la cantidad de refrigerante en el radiador, ya que este puede escaparse cuando el radiador se sobrecalienta.
Ahora que ya conoces más sobre esta importante pieza del motor de tu vehículo, revísalo constantemente para asegurarte que cuenta con lo necesario para cumplir sus funciones correctamente.